jueves, 24 de enero de 2013

A Las Dueñas de mi Vida.

Vuelvo, tras tanto, a presentarme por estos lares. Lithël Aelfwine a vuelto y no en forma de fichas.
Hoy traigo, tras un bloqueo o una sequía, como quieran llamarle, un poema para todas las mujeres que amo y que me acompañan en la vida.
Sin mas preámbulos, vamos a ella.
Bon apetit.

Las dueñas de mi vida.

A todo lo que le digo que no
Me dicen que es mentira
Porque no me alcanza para rechazar
La historia de sus abrazos

Cuando doy un paso,
Ellas salvan los enfalsos
Con sus pies sigo avanzando
Son campanas que siguen sonando

Y sus manos me sostienen
De sonrisas son sus días
Pasto alto y buenas pieles
Consejos de poetas y mas de lo de siempre

Campanas siguen sonando allá
Por la Caída y la Desaparecida
Les harán justicia
Y serán algún día... Ser algún día
Las verdaderas dueñas de mi vida.

Las cuento las unas y las otras
Y si me quisieran en el pozo yo salto
Si me quieren en la guerra yo mato
Porque en el pozo soy yo y no ellas
Porque en la guerra las defiendo a ellas
Y yo sin ellas no soy nada

Palabras son palabras
Les regalo entonces las mejores palabras que puedo dar
Saco lo mejor de mi
(que son mis palabras)
Para ellas

Porque donde yo muera en ellas habrá vida
Donde ellas sonrian para mi
Habrá razones para luchar
Porque por eso mato, vivo, perduro
Son mi vida
Son Melek Taus
Son mis dueñas y mis amores
Son mi eternidad
No lo dejen y no me pierdan
Que no queda nada de mi.